Frasco de mariguana medicinal se vende en seis mil pesos

. México - Martes 11 de julio - 3:40 pm - Redacción

Tras una larga lucha legal, en México quedó legalizado el uso de productos con mariguana medicinal.

Aunque en Veracruz desde hace unos meses se implementó a través de un permiso oficial de la Cofepris, el tratamiento para pacientes con epilepsia refractaria, enfermedad en que los medicamentos son insuficientes para evitar hasta 100 convulsiones al día, sobre todo en menores de edad.

Empezaron a utilizar un derivado de la marihuana que se llama Cannabidiol, y descubrieron que efectivamente estaba resultando eficaz.

"De manera más científica con un producto que se llevó a cabo en Estados Unidos y que demostró más claramente este beneficio, al enterarnos nosotros ya hace más de un año de esta experiencia mundial, es que empezamos a llevarlo a cabo con nuestros pacientes", comentó Norberto Luna, neurólogo pediatra.

Este medicamento tiene que importarse de Estados Unidos, por lo que hasta el momento el costo de cada botella es de seis mil pesos y un paciente llega a utilizar hasta tres frascos por mes.

"Es de un precio elevado, pacientes hay, pero a veces nos enfrentamos a que no pueden adquirirlo por no contar con el recurso, pero también eso es importante, una vez que se legalice esto, dará pie a que haya producción en México", agregó.

EL CASO DE MONSERRAT

Hasta ahora, Monserrat, una pequeña de 13 años de edad, es una de las pocas pacientes que utilizan el tratamiento con el derivado de la mariguana desde hace dos meses.

Aunque su madre es soltera y de escasos recursos, ante la desesperación de ver a su niña desde los cuatro meses hasta con 60 convulsiones al día, en extrema desnutrición y otras deficiencias en su salud, vendió su único patrimonio para poder comprar ese medicamento; además trabaja todo el día para comprar otras medicinas y productos que necesita.

"Yo gano mil 200 semanales, todo es para los medicamentos, pañales, leche, la comida pues el patrón donde yo trabajo nos regala la comida, pero pues le trabajo con los ojos cerrados", detalló Monserrat Borralles, mamá de la pequeña de 13 años.

Todo este esfuerzo vale la pena, ya que su hija dejó de convulsionar casi por completo, pero no es una lucha fácil.

"Bastante difícil porque no tengo dinero y yo quisiera que mi hija estuviera en mejor aspecto y no puede, me duele verla así, yo quiero otra cosa para mi niña, hasta donde Dios diga la voy a seguir apoyando", explicó Borralles.