Morena pierde gas.

CDMX . México - Martes 14 de enero - 12:16 pm - Redacción

El motor electoral del proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador se hunde, sus dirigentes Bertha Luján y Yeidckol Polevnsky sin mano firme en el timón, no han podido o no han querido renovar su dirigencia nacional.

Pese a que existe mandato del Tribunal de Electoral del Poder Judicial de la Federación la presidenta del Consejo Político Nacional y la secretaria general de ese partido, no han emitido la convocatoria correspondiente.

Luego del tsunami lopezobradorista del 1 de julio del 2018, Morena ha entrado en una tendencia de pérdida de votos, hasta 5 puntos en el primer año de su gobierno, situación que resulta alarmante; normalmente los electores permanecen estables, otorgando el beneficio de la duda. La dirección política de Morena ha sido errática y conflictiva, muchos votos dejaron tendidos en el campo electoral.

La pugna entre la nomenclatura de Morena hunde a la esperanza de México, el brazo político de AMLO con su ejército de servidores públicos de la nación se encuentra a la deriva.

El botín político que significa ese partido alienta el conflicto. No es para menos, 1,600 millones de pesos en prerrogativas, miles de puestos a gobernador, ayuntamientos, diputados locales y diputados federales nublan la razón de sus dirigentes.

Morena pasó de ser un movimiento social a un botín político y sus dirigentes…lo saben, lo saben. El sueño de AMLO se transforma ante la avaricia de la nomenclatura.

El tercero en discordia Alejandro Rojas Díaz Durán ha insistido en el cumplimiento de la sentencia del TEPJF. A estas alturas parece difícil darle cumplimiento a dicha resolución, tal parece que el futuro de Morena está en las instituciones que tanto aborrecen. Ni modo, la ley es la ley, y se debe de cumplir.

Morena es un partido con gran potencial electoral, poca institucionalidad, sin grupos y corrientes consolidadas que hagan contrapeso a los excesos del poder central. Enfrenta su primera prueba de fuego y no parece ir por buen camino. En el caos las voces disidentes se hacen estruendosas, llenando la política partidista, el poder central es aplastante, por eso muy pocos se atreven.

Morena se hunde, no es capaz de renovar su dirigencia con unidad y perspectiva de triunfo. El proyecto de AMLO los necesita ahora más que nunca, un país que no avanza en lo económico y la amenaza americana requieren de un brazo político organizado. Querido lector, en partidos viejos y nuevos el poder embelesa.